El conocimiento que llega a través del sufrimiento

Comúnmente el sufrimiento no suele estar bien visto. Generalmente no pasa de ser algo a lo que nos vemos avocados en mayor o menor cantidad a lo largo de nuestra vida y que, por lo tanto, procuramos constantemente minimizar. Sin embargo, el sufrimiento es valioso por muchos motivos. Intentaré centrarme en alguno de los principales.
Teniendo en cuenta que la realidad aparece para el ser humano como un absurdo (al modo de cómo la contemplaría Schopenhauer) el sufrimiento nos posibilita interactuar con ella. Si la realidad es absurda en infinitas dimensiones el sufrimiento nos pone en contacto con este absurdo de forma que en la interconexión realidad, sufrimiento, naturaleza humana acabe produciéndose una reacción que posibilite encontrar un significado. Si no existiese el sufrimiento no habría interacción, simplemente permaneceríamos adormilados respecto a la realidad. Pero en la interacción nuestra naturaleza humana es llamada a buscar una respuesta y es aquí cómo el sufrimiento cobra sentido, postulando además del objetivo una respuesta extraída de la condición humana.
Naturalmente sólo nos hacemos sensibles a unos pequeños tramos de realidad. Serlo en todas las dimensiones, o simplemente en un número amplio de dimensiones, supondría algo insoportable para una persona. Por eso siempre nos vemos obligados a conceder suposiciones sobre zonas de la realidad para poder seguir adelante y buscar desvelar las incógnitas que nos importan. Por poner algún ejemplo para ilustrar esto pensemos en un músico. Un músico generalmente no se cuestiona por qué toca o qué significa todo lo que toca. Si tuviese, o quisiese, hacer algo así simplemente tendría que dejar de tocar para indagar en estas cuestiones. Por eso este músico no se preguntará demasiado el por qué de que toque, el significado de todo lo que interprete, lo que significa la música o el arte, etc… Fácilmente caerá en algunas respuestas fáciles y generalmente falsas que, sin embargo, le permitirán seguir adelante con lo que realmente le importa, es decir la música.
Habría que decir además que el tema no es nada superficial o irrelevante. Todo lo que ha habido de meritorio en la cultura humana podría decirse que de una u otra forma procede del sufrimiento.