El plagio es una clase de robo muy particular. Lo llamativo de él es que el plagiador se apropia de algo espiritual, de una parte del alma de otra persona. Precisamente este hecho es lo que hace que no se pueda robar completamente de la misma forma que sucede en un robo de algo estrictamente material.
Se puede hacer daño a una persona de infinitas formas, incluso se la puede matar/eliminar, pero lo que nunca se podrá erradicar de alguien en su cultura. Y no me refiero a cultura como acumulación de conocimientos, sino como su personalidad, como el marco al que pertenece. Si un argentino se va a vivir a Francia su personalidad no cambiará sustancialmete. Los rasgos del carácter del argentino pervivirán con él en otro país. Aunque es verdad que podrá ampliarlos, siempre será desde la base que ya ha adquirido.
Si retomamos desde esta perspectiva el tema del plagio veremos que el robo nunca llega a consumarse del todo. El plagiador aparentemente se puede apoderar de una parte del alma que aparezca reflejada en el trabajo de otra persona, pero seguirá siendo el alma particular de otra persona por mucho que se sustituya la autoría del trabajo.No hay que olvidar que en realidad todos nos encontramos solos frente a nosotros mismos. Nadie puede saber lo que uno es, sólo uno mismo es capaz de aproximarse y aquí es cuando no es posible plagiar verdaderamente a nadie. Se podrá robar un trozo del camino pero el camino completo que hay que andar nadie lo puede robar porque pertenece a cada uno.
Pensemos, por ejemplo, en uno de los peores supuestos. Una persona encerrada que es obligada a escribir toda su vida mientras que sus obras aparecen al público bajo otro nombre. En este caso el plagio sería completo pero al que le sirve realmente el trabajo es al que lo ha escrito porque es parte de sí mismo, a fin de cuentas el plagiador sólo "vivirá" del trabajo de otra persona y esa no es una verdadera vida. Desde luego no deja de ser muy triste y dañino el robo, pero lo que puede llegar a abarcar nunca llega a lo esencial.
Se puede hacer daño a una persona de infinitas formas, incluso se la puede matar/eliminar, pero lo que nunca se podrá erradicar de alguien en su cultura. Y no me refiero a cultura como acumulación de conocimientos, sino como su personalidad, como el marco al que pertenece. Si un argentino se va a vivir a Francia su personalidad no cambiará sustancialmete. Los rasgos del carácter del argentino pervivirán con él en otro país. Aunque es verdad que podrá ampliarlos, siempre será desde la base que ya ha adquirido.
Si retomamos desde esta perspectiva el tema del plagio veremos que el robo nunca llega a consumarse del todo. El plagiador aparentemente se puede apoderar de una parte del alma que aparezca reflejada en el trabajo de otra persona, pero seguirá siendo el alma particular de otra persona por mucho que se sustituya la autoría del trabajo.No hay que olvidar que en realidad todos nos encontramos solos frente a nosotros mismos. Nadie puede saber lo que uno es, sólo uno mismo es capaz de aproximarse y aquí es cuando no es posible plagiar verdaderamente a nadie. Se podrá robar un trozo del camino pero el camino completo que hay que andar nadie lo puede robar porque pertenece a cada uno.
Pensemos, por ejemplo, en uno de los peores supuestos. Una persona encerrada que es obligada a escribir toda su vida mientras que sus obras aparecen al público bajo otro nombre. En este caso el plagio sería completo pero al que le sirve realmente el trabajo es al que lo ha escrito porque es parte de sí mismo, a fin de cuentas el plagiador sólo "vivirá" del trabajo de otra persona y esa no es una verdadera vida. Desde luego no deja de ser muy triste y dañino el robo, pero lo que puede llegar a abarcar nunca llega a lo esencial.
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2 comentarios:
El plagio es una mentira más para el que lo hace que para el qque lo lee. Porque el plagiador puede terminar creyendo que aquello es suyo para no reconocer su inutilidad como creador.
Tabién lo veo como tú. Cuando se miente la mentira pasa a formar parte de uno y una vez que se suben grados se hace cada vez más complicado diferenciar la realidad de lo que se ha asumido desde la mentira. Seguro que todos conocemos algún caso de alguien que miente tanto hasta que llega hasta el punto de que termina creyéndose sus propias mentiras.
Saludos
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